Ivan rosado editorial. Usado. En perfecto estado, sin subrayados o marcas.

 

“He aquí la poesía esta mañana, porque para la prosa están los diarios”, escribió alguna vez Apollinaire. Melancólico pero sabio dictamen, que ilumina —paradójicamente— un modo de narrar. Porque cuando la poesía se construye como un relato puede prescindir de casi todas las determinaciones (principios de identidad, de no contradicción, de unidad de tiempo y de lugar, etc.) que agobian —con intachable lógica— a los relatos de la prosa. Nuestra difícil juventud, además, subraya esa distancia con cierta arrogancia gráfica: los versos se disponen como delgadas figuras, como estilizados espantapájaros. O mejor: como misteriosos obeliscos de alguna isla lejana.

Quien emprenda esta travesía quizás pierda temporalmente la razón. A cambio, encontrará la aventura, la pasión, el brillo. El oro de su búsqueda.

Ricardo Strafacce

Nuestra difícil juventud - Francisco Garamona y Vicente Grondona

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“He aquí la poesía esta mañana, porque para la prosa están los diarios”, escribió alguna vez Apollinaire. Melancólico pero sabio dictamen, que ilumina —paradójicamente— un modo de narrar. Porque cuando la poesía se construye como un relato puede prescindir de casi todas las determinaciones (principios de identidad, de no contradicción, de unidad de tiempo y de lugar, etc.) que agobian —con intachable lógica— a los relatos de la prosa. Nuestra difícil juventud, además, subraya esa distancia con cierta arrogancia gráfica: los versos se disponen como delgadas figuras, como estilizados espantapájaros. O mejor: como misteriosos obeliscos de alguna isla lejana.

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